Hay cosas que sólo existen cuando las hacemos. No son ideas ni discursos, sino actos. Pequeños, cotidianos, inevitables actos. No creo en reglas absolutas, pero hay una frase de Camus que me persigue: "En medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible". No es filosofía, es una verdad simple: responder, siempre responder, incluso cuando el mundo parece pedir lo contrario. No se trata de grandes declaraciones. Sólo de vivir sabiendo que cada elección, por pequeña que sea, cuenta. Sin aspavientos. Como quien planta un árbol sabiendo que nunca se sentará bajo su sombra.
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