Nunca la información golpeó tan fuerte. ¿Nos hace más sabios? No. Recibimos verdades a medias. En redes. En noticieros. Filtros invisibles eligen por nosotros. Algoritmos nos etiquetan. Nos alimentan de lo que confirma, no de lo que cuestiona. Así: un diluvio constante, pero siempre la misma agua. Creemos navegar un océano. Somos peces en una pecera iluminada. Lo que recibimos no nos explica el mundo. Nos repite nuestro estúpido reflejo.
viernes, 6 de junio de 2025
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
CINCUENTA Y EL HORIZONTE
Estoy a seis días de los cincuenta. No sé qué se supone que debe sentirse, pero aquí, bajo el sol, frente al mar, sólo pienso en la lín...

-
La idolatría se introduce en la mente como una sombra suave, un inicio que empieza con una idea, con una convicción vestida de verdad a...
-
Hubo un momento en la vida, difícil de determinar con exactitud, en el que todo se volvió evidente: este mundo ya no tiene remedio. ...
-
El aburrimiento es una rareza en estos tiempos de velocidad constante, donde todo parece moverse más rápido de lo que podemos asimilar....
No hay comentarios:
Publicar un comentario