Un lugar sin palabras. Sin miradas. Allí habitan mis heridas. Mis silencios. El universo gira. Y yo, partido en dos, avanzo. Bajo la piel: noches acumuladas. Golpes que el espacio perdió en el olvido. Victorias tan leves que ni la luz las rozó. Fragilidad disfrazada de firmeza. Fuerza de flor nocturna. El mundo sigue. Las galaxias trazan su ruta, indiferentes. No preguntes. No hables. Sólo yo sé el peso exacto de este vacío. Sólo yo guardo lo que el tiempo deshizo. Al final, cuando las estrellas se apaguen, quedará esta verdad desnuda: Aquí estuve. Esto fui. Incluso ante ojos que convirtieron el polvo en constelaciones. Un suspiro en la eternidad. Nada más.
jueves, 10 de julio de 2025
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